miércoles, 24 de septiembre de 2008

Para los amores imposibles...

Este es un soneto que encontre hace muchos años y que recordé recientemente por motivo de una conversación con alguien que lo padece...



DISCRETO AMOR

Mi viejo corazón toca a una puerta,
mi viejo corazón como un mendigo,
con el afán de su esperanza incierta,
pero callando lo que yo no digo.

Porque la que me hirió sin que lo advierta,
la que solo me ve como un amigo,
si alguna madrugada está despierta,
nunca será porque soñó conmigo.

Y ante la puerta oscura,
mi corazón como un mendigo loco,
va a pedir limosna de ternura.

Y, cerrada otra vez o al fin abierta,
no me importa si alguien oye cuando toco,
porque nadie sabrá cuál es la puerta.

1 comentario:

Anónimo dijo...

como olvidar ese poema....